La habitación era grande y acogedora, y Rossana se aseguró de que nuestra estancia fuera perfecta con detalles como galletas caseras cada día.

me sentí como acogido en una familia, no tengo ninguna queja

Increíble la experiencia en Aquarius Inn! Rossana, la anfitriona, nos hizo sentir como en casa con su calidez y dulces caseros para desayunar. Además, el pollo orgánico de los restaurantes cercanos como Hostaria da Vincenzo es simplemente suculento. ¡Una delicia que no te puedes perder!

Honestamente, no tengo nada malo que decir sobre nuestra visita. Aunque el baño era un poco pequeño, todo brilló y nos sentimos muy cómodos en la habitación.

una experiencia agradable pero con detalles mejorables

La anfitriona, Rossana, nos sorprendió todos los días con exquisitas galletitas caseras y nos ofreció deliciosos desayunos con yogures y zumos frescos. La habitación era acogedora y contaba con una pequeña cocina que facilitó mucho nuestra estancia. Además, la vista de la ciudad desde la habitación fue realmente impresionante.

El acceso al baño externo podría resultar incómodo para algunos huéspedes.

el baño estaba fuera de la habitación , pero todo lo demás fue espectacular. la anfitriona era super amable y nos sorprendía cada día con deliciosos dulces caseros. además, el desayuno incluía yogures y zumos frescos, lo cual fue genial. muy limpia y acogedora la habitación.

Una opción adecuada para una escapada en Roma con un precio razonable. La anfitriona nos dejó una bolsita de caramelos que fue un lindo detalle. Si no te importa que el baño esté fuera de la habitación, es un lugar agradable.

Nos alojamos con amigos y nos encantó la experiencia. Rossana fue increíble, siempre atenta a nuestros deseos. La ubicación era perfecta para explorar la ciudad a pie. Los desayunos eran deliciosos, con yogur y zumos frescos. Recomendamos visitar el Coliseo y la Fontana de Trevi, ¡impresionantes!

El único inconveniente fue que el baño estaba fuera de la habitación, lo que no fue tan cómodo.

La estancia fue maravillosa, todo muy limpio y acogedor. La anfitriona, Rossana, se preocupó por cada detalle, nos dejó galletitas caseras todos los días, lo que fue un toque muy especial. La habitación era amplia y tenía un microondas y nevera, lo cual fue genial para mantener algunas bebidas frescas. Y sí, el desayuno era autoservicio con buena variedad de productos como yogur, leche y pan. Un punto a favor es que está cerca de atracciones turísticas, así que no necesitamos desplazarnos demasiado.

El wifi no funcionó tan bien en nuestra habitación, a veces se cortaba cuando intentábamos hacer llamadas. noté que el baño, aunque limpio, era un poco pequeño y estaba fuera de la habitación, lo que podría incomodar a algunos.

La anfitriona fue muy amable y siempre tuvo detalles como galletitas caseras que alegraban nuestro día. La habitación era cómoda y encontramos todo lo necesario en la cocina. Además, nos dejó preparar el desayuno a nuestra hora, lo que fue genial para nosotros y nuestro sobrino.

Según mi mujer, sería bueno tener un acceso más fácil al edificio para familias, ya que los escalones y el ascensor antiguo podrían resultar complicados con carritos o maletas grandes.

Rossana se encargó de que nos sintiéramos como en casa, siempre atenta y con un toque especial como las galletitas caseras que dejaba cada día. La habitación estaba notablemente limpia y decorada con gusto, pero el baño fuera de la habitación podría ser incómodo para algunos. Aunque la localización era buena, cerca de Termini, el acceso al edificio tenía algunos escalones que dificultaban un poco el ingreso.

Lo mejor de nuestra estancia fue la calidez de la anfitriona, siempre atenta con detalles y dulces caseros. La ubicación es genial, cerca de atracciones y con varias opciones de restaurantes. ¡El lugar tiene un aire acogedor como de casa!

El baño estaba fuera de la habitación, como si estuviera en un juego de escondite.

La cama era un poco blanda para mi gusto, pero Rossana dejaba galletitas caseras todos los días.

definitivamente volvería a reservarlo

Nos alojamos en una habitación muy cómoda con baño privado. Tenía aire acondicionado, TV de pantalla plana, y una pequeña cocina con nevera y microondas. Rossana nos dejó galletitas caseras y frutas. El wifi funcionó para mensajes, aunque un poco inestable. La casa es hermosa, decorada con gusto y muy acogedora.